un saludo...

...A todo el que, con mente abierta y voluntad de lucha, se acerque a este blog. Pero, cuidado, aunque el León parezca dormido sus garras siguen siendo un arma temible.

jueves, 22 de julio de 2010

Nos sobran los motivos...

Hace tiempo ya que pasó el tren del olvido por esta estación de minimos de cartel. Minimos que solo parecen servir para justificar un constante y permanente "tragala" ante los vecinos, sin vecindario, de los mas de los pueblos de nuestra tierra.

Esos mismos vecinos que, por solitarios y olvidados, se vuelven raros, huraños, secos y jatudos como castaña en navidad y se creen con derecho a disponer de sus penas en privado, privando, (valga la "rebuznancia") a los futuros posibles, de alternativas presentes.

Y es que, por dueños que seamos de nuestra tierra, costumbres y rarezas, por dueños que seamos, y por mas cazurros que queramos ser, no va a amanecer antes por mucho que queramos madrugar.

Por propietarios que seamos de Conceyos, Pendones y Campanas, no tenemos ningun derecho a permitir que desde ambitos "mas elevados" se nos prive de nuestra última posibilidad de supervivencia como rasgo o seña de lo que fuimos.

Pasa sin pena ni gloria este milcienmilenario tan esperado por algunos, tan denostado por otros tan ignorado por la mayoría y desconocido por el resto, incluidas su causa y origen.

Otra ocasión de oro desperdiciada para hacer del pasado rico cimiento de un futuro mas prometedor. Por contra, el cazurro, agarrao a su tierrina, ignorante de las insanas intenciones del que manda, se asienta con pié firme a sabiendas de que, mande aquí quien mande, Las Juntas Vecinales, Las Campanas y el Pendón, del pueblo son... y, "¿quien las va a llevar de aquí?".

Y vive este paisano QUERIENDO ignorar que poco a poco se va acabando lo que se pudo dar, que no hay Conceyo cuando uno intenta reunirse con si mismo, que es lo mismo que hablar solo o que volverse loco. Que de nada sirven los Pendones si no hay quien ayude a remar, que a las Campanas se les han puesto motores porque no hay campaneros que las tañan ni van quedando feligreses que las oigan.

Entonces, ¿A que tanto empeño en defender lo nuestro?. Por mucho que intenteis convencerme, se de siete sobras que el día que me muera, en el horno en que me quemen no me van a acompañar ni las Campanas ni el Pendón de mi pueblín entre el paramo y la ribera.

Nos empeñamos en hablar de tradiciones, cultura, gastronomía y folclore leones, pero para bailar un corrido parames o una jota ribereña hace falta uno que toque y, al menos, otro que baile.

Y hay seguimos, sin darnos cuenta (ni quererlo) que sin querer estamos perdiendo día a día el tesoro mas importante de nuestra tierra, las personas.

Personas que se fueron para siempre u otras que emigraron sin un futuro al que volver y que, cuando lo intentan, de tan raros que nos volvimos, son "los de fuera". ¡¡Que poca vergüenza tenemos!!. Son nuestros vecinos, nuestros amigos, familiares gente querida que no se fué por traicionarnos sinó por buscar un futuro que aquí no peleamos por ofrecer porque, "no era cosa nuestra".

Y hay seguimos, esperando que PPros o PSOEros vengan a arroparnos por la noche cuando nos vamos a la camina. Criticando a los que hacen igual que a los que no, arreglando (el mundo) nuestro ombligo en cantinas y chigres cada vez que los cortines o los vinos nos calientan la boca, pero sin mover un dedo por cambiar nada en absoluto, porque, "pa cuatro que somos"...

Y ahí están esos que dicen que lucharon una vez, "que que sabremos los demas", "que a ellos ya no los engañan mas". Y se retiran de la lucha, dejandolo todo manga por hombro, pero no para ayudar desde la sombra o cansejar, ¡¡¡NOOOO!!! sinó para poder criticar a los mismos a los que no ayudan a entender porqué estamos donde estamos.

Y aquí estoy yo, cada día mas cansado de una lucha de cartel para nada efectiva y sin un aparente futuro, una lucha por barrios y temas, pero sin dirección, orden o concierto, una lucha en la que cada uno defiende su Campana, su Pendón o su Conceyo, pero que le den a vecinos, visitantes, propios, estraños y, sobre todo a "los de fuera". Aquí sigo denunciando lo que veo por mal que les parezca a los aludidos y reclamando mi derecho a quejarme sin que nadie me diga que soy un lloron, haciendo lo que puedo por mejorar lo que me rodea mientras mis vecinos piensan que eso es porque "algo ganaré"...

Ese es mi día a día desde hace mucho mas de un año y algo menos de cuarenta. Y por eso y para que conste, escribo este comentario a modo de reflexión en letra de imprenta.

Por eso os dedico a cuantos esteis así la canción del maestro Sabina, la misma que da titulo a esta entrada de mi blog y que, salvando las distancias y detalles tanto tiene que ver en letra y mensaje con lo que implica esta lucha diaria que algunos mantenemos.

Y es que, para querer mejorar, para querer acabar con tanta cerrazón, cobardía, puñalada trapera, hipocresía y falsedad, creo que " Nos sobran los motivos".